domingo, 22 de mayo de 2016

¿Qué me has dado? (Vale la pena llegar hasta el final)

Vagando prodigiosamente inspirado,
sobre la más impasible de las escenas,
planean sublimes y vaporosos poemas...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

Todo aquello primordial ha fracasado
ante la dulce primacía de esta urgencia,
embriagado en una gota de tu esencia...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

Prisionero del imprescindible llamado,
la felicidad dependiendo de una frase,
atento hasta en el pequeñísimo detalle...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

Contagiado por el dilema insospechado,
la autoestima ha traspasado la línea roja,
descubriendo celos en delgadas sombras...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

Pensamientos prolijamente adjudicados,
tu imagen indómita cabalga en mi mente,
expandiéndose épica, nítida, inclemente...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

La idónea experiencia ha involucionado,
con las estratagemas propias de un niño,
me prodigo desvergonzado tras tu cariño...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

Voluntario mártir del deseo obstinado,
enhorabuena la fatal cercanía de tu piel,
heroicos anhelos, subyugados a tus pies...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

En el derroche grato del juicio exaltado,
la existencia se percibe más que hermosa,
los días son plenos, las señales gloriosas...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

En los prados de un delirio enamorado,
portavoces de un ensueño desconocido
pregonan etérea fantasía a mis sentidos...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!

Con el férreo orgullo que se ha fugado,
con la súplica de lágrimas enamoradas,
con el alma evidentemente conquistada...
¿Qué me has dado? ¡Por favor, dímelo!


(Fabián Ruiz)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario